Cuidar los recursos naturales
A los que cuidan y utilizan los recursos naturales de forma sustentable en Chiapas, es indispensable pagarles por esos servicios, porque ellos son los guardianes de esa riqueza natural.
Por ejemplo, cuidar de la flora y la fauna de la Selva Lacandona debe ser una tarea retribuida con un pago que se entrega en mano propia para los habitantes de las zonas de amortiguamiento.
Los indígenas y los campesinos son los responsables de evitar la deforestación de la Selva Lacandona.
Para los habitantes de las zonas de amortiguamiento la lucha no ha sido fácil, porque se han enfrentado a madereros poderosos apoyados por políticos y funcionarios venales, además de algunos presuntos defensores de la ecología, quienes siempre han buscado manejar el pago por los servicios ambientales.
Lo correcto es entregar el dinero en propia mano a los legítimos propietarios de esa selva y de bosques y manglares chiapanecos,.
Así lo hizo el gobernador Rutillio Escandon Cardenas
con la gente de la Selva Lacandona.
Y de ese modo se rompe con el círculo vicioso de la corrupción, que provocó conflictos y que generaban quienes querían y quieren seguir explotando la flora y la fauna.
Pagar por los servicios ambientales y que el pago se refleje en mejores condiciones de vida a los indígenas y campesinos de la zona de amortiguamiento de la Selva Lacandona es lo justo y prudente.
Hay que desterrar viejos vicios de organizaciones seudo defensoras de la ecología, que manejaban un gran parte de ese pago, sin realmente hacer la mínima labor de cuidar y frenar el deterioro.
Ese fue su modus vivendi durante décadas, en tanto los indígenas denunciaban constantemente las autorizaciones de permisos de aprovechamientos forestales con la venía de falsos ecologistas.
Hoy día, en Chiapas se lucha por conservar manglares, bosques y selvas, porque son parte fundamental para la captación de agua para el consumo humano.
Los habitantes de la zona de amortiguamiento de la Selva Lacandona, tienen el total y absoluto respaldo del gobierno local.
El negocio de los presuntos defensores de la ecología se está acabando ya.
El gobierno local fortalecer las acciones de vigilancia y la entrega de apoyos a los habitantes de esa región, para poner un alto al saqueo.
El compromiso es seguir apoyando a indígenas y campesinos para que cuiden la Selva Lacandona y evitar la tala.
Hay que ponerle fin a la deforestación, porque ahora mismo el mundo padece los efectos del cambio climático y Chiapas no está exento de ellos.
En fin.
EL DIVÁN
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