JA Teline V - шаблон joomla Форекс
26
Fri, Apr
115 New Articles

Traición a la patria

Editorial
Typography

El clima político que hay en el país es poco propicio para la vida democrática, sobre todo porque desde los círculos del poder gubernamental se busca proscribir actividades o acciones de la oposición, a punto tal que criticar al gobierno se convirtió en un grave delito: traición a la patria. Esto significa simple y llanamente un acotamiento a los derechos y libertades políticas, en el que se está limitando la libertad de expresión y obviamente el derecho a disentir.

Ayer por ejemplo se difundió la noticia de que la oposición destina entre cinco y siete millones de pesos semanales en las campañas en contra de la cuarta transformación. Pero se oculta que desde el Estado se promueve un ejercicio de revocación de poder en donde lo único que se quiere demostrar es la ratificación de mandato al presidente, y en ese ejercicio se van a ejercer más de tres mil millones de pesos, con el único propósito de demostrar que hay un respaldo político popular al presidente y ese gasto no se cuestiona y tiene los mismos fines de realizar campañas políticas: sectores de la oposición financia campañas para desprestigiar al gobierno y la presidencia de la república financia la campaña de ratificación de mandato a través de un ejercicio que es lo inverso, la revocación de mandato.

En la democracia son válidos los ejercicios de campañas en contra del gobierno; pero también son válidos los ejercicios que buscan construir la legitimidad del gobernante. Es más, el buen ejercicio de gobierno lo que busca es construir todos los días legitimidad y uno de los propósitos de la eficacia en el gobierno es el de ganar las elecciones y con ello reelegirse. Por eso resulta desproporcionado que desde la presidencia de la república se realicen campañas en contra de la oposición y de manera sutil se prohíba la crítica y el disentimiento, debido a que el gobierno todos los días busca construir legitimidad y la conferencia mañanera es un instrumento de legitimidad de las políticas del actual gobierno.

En realidad, resulta más complejo gobernar en un régimen democrático que en un régimen de dictadura. Y la complejidad reside en que la oposición, en la democracia, tiene derechos y libertades y busca ejercerlos plenamente; uno de los propósitos de todo movimiento opositor es el de sustituir a la fuerza gobernante, desplazarla en el siguiente proceso electoral y la obligación del Estado es respetar, proteger y garantizar los derechos de la minoría. Una mayoría que no respeta ni protege los derechos de las minorías se convierten en una tiranía de la mayoría, como acertadamente lo señaló Alexis de Tocqueville en su obra la Democracia en América.

En contrasentido, en las dictaduras es más simple gobernar porque están prohibidas las libertades políticas y porque se castiga cualquier acto opositor que incomode al gobernante. No hay libertad de prensa y los líderes opositores son perseguidos, expulsados, encarcelados o ejecutados.

En concreto, las democracias tienen mayores dificultades de gobernar porque la oposición y los grupos minoritarios tienen derechos. Y lo que está sucediendo en México con desplegados como los firmados por los 18 gobernadores de Morena y particularmente por el desplegado firmado por los senadores, es el de prohibir el derecho que se tiene de disentir con el gobernante, en donde se señala textualmente que es un traidor a la patria quien no apoye al gobierno, sin darse cuenta que escritos como esos son una clara traición a la vida democrática.