Cuando parecía que las cosas le estaban saliendo bien electoralmente al gobernador Manuel Velasco Coello, el día de ayer, Jesús Ortega, líder de la corriente de los Chuchos del PRD dio a conocer un video en donde presuntamente se escucha hablar al gobernador con Ricardo Monreal, quien le pide su apoyo para liberar a tres mujeres que habían sido detenidas en el aeropuerto de Tapachula transportando un millón de pesos en efectivo.
Este suceso golpea directamente a Velasco Coello, pues desnuda el espionaje telefónico al que estamos expuestos a diario los chiapanecos, en donde ni el propio gobernador de la entidad se encuentra a salvo. Pero además se hace evidente un conjunto de ilegalidades que caracterizan el gobierno de Manuel Velasco.
La lista de delitos que se evidencian en esa filtración telefónica no son un asunto menor, pues de ser ciertos esos hechos, se muestra cómo el gobernador de la entidad participa en el encubrimiento de posibles delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y quizá de delitos electorales, pues los hechos que fueron denunciado por Jesús Ortega, se inscriben en el proceso electoral local del 2015 en la entidad.
Pero el gobernador de la entidad presuntamente incurrió también en los delitos de tráfico de influencia; abuso de autoridad y delitos en contra de la procuración de justicia, situación que lo pone en una condición política complicada, pues su actuación en este suceso debe ser debidamente investigada.
Después de las alianzas que Velasco Coello estableció con López Obrador, que le permitió el control del partido MORENA en Chiapas, el gobernador se percibía fortalecido, a punto tal que después emprendió la maniobra de fracturar la candidatura del PRI y colocar una candidatura propia, con su partido el verde aliado con los partidos satélites Mover a Chiapas y el partido Chiapas Unido, lo que le aseguraba obtener los votos necesarios para que el verde refrende su registro nacional que se encuentra en riesgo con los resultados de las elecciones del 1 de julio.
Sin embargo esta tranquilidad y aparente empoderamiento se alteró el día de ayer con la denuncia presentada por Jesús Ortega, que presenta dos escenarios políticos simultáneos: es una respuesta del PRD, que busca visibilizar la corrupción electoral de MORENA, incriminando a uno de los principales colaboradores de López Obrador, pero al mismo tiempo es un golpe dirigido a las traiciones del gobernador Manuel Velasco Coello, quien rompió las alianzas con el régimen político que se encuentra herido y que lo llevó a la gubernatura de Chiapas.
La filtración de la llamada telefónica no es un hecho al azar, pues esta acción sólo puede ser posible desde los altos niveles de inteligencia en el país, que buscó dar un manotazo en dos direcciones, hacia MORENA y hacia Chiapas.
Manuel Velasco pecó de pretencioso, se ha estado moviendo entre los pesos completos cuando él no tiene la categoría para moverse en esa división y alguien decidió empezar a cobrar los agravios que ha cometido.
Manuel Velasco no entiende que el sector financiero en el país ha sido inmutable, ni la Revolución Mexicana logró alterar la tradición hacendaria creada por Limantour en el porfiriato y este grupo se apropió después del Banco de México y desde ahí se creó el grupo que controla la política económica del país a través de la secretaría de hacienda y que acuerda con el Banco Mundial y cuenta con redes de negociación con los Estados Unidos. Y es precisamente a este grupo al que más ha agraviado el gobernador de Chiapas. La traición de Manuel Velasco no fue a José Antonio Meade sino a un sector, que pese a quien sea el presidente de la república, seguirá teniendo espacios de poder e influencia en la secretaría de hacienda.
Con la filtración de la llamada telefónica se anuncia un posible ajuste de cuentas con Manuel Velasco, quien se sentía triunfante en las elecciones del 1 de julio, pero que en realidad es una personalidad frágil y que en cualquier momento puede ser sometido por su falta de transparencia financiera, en donde la corrupción es la característica más significativa de la administración de Velasco Coello.
