Gobierno de ficción

El gobierno de Rutilio Escandón parte de una visión equivocada al creer que se puede legitimar a través de la violencia en lugar de la eficacia. Si bien es cierto que la organización MOCRI EZ es indefendible, también es cierto que el gobierno de Rutilio se encuentra muy lejos de las expectativas que tiene la población, que cada día que pasa no encuentra respuesta a sus necesidades.

Lo peor que podía pasarle al gobernador ya le sucedió, construir un mundo paralelo en el que todo vaya muy bien y que nadie le comente que Chiapas es un polvorín y que su gabinete luce su inoperancia.

En ese mundo irreal en el que vive el gobernador, un grupo de empresarios le siguen el juego a sabiendas de que todo es mentira y en un video, orquestado desde la esfera del gobierno, pretenden hacer creer que en Chiapas hay gobierno que da confianza y certidumbre. En una palabra, mienten.

Chiapas vive un gobierno de ficción, que desperdició los primeros 100 días del sexenio, que no tiene rumbo ni conocimiento de las necesidades de Chiapas, que no tiene un plan de gobierno y que su única referencia para convencer de que hay un futuro prominente, es el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que quiere mucho a Chiapas.

Chiapas no puede gobernarse en la fantasía y la irresponsabilidad. Chiapas tiene problemas serios, con una frontera porosa que representa un riesgo para la seguridad nacional del país, y por la ligereza con que se toman decisiones ha sufrido un incremento de la inseguridad en el que nadie se encuentra a salvo, principalmente el grupo de empresarios, que faltando a la verdad, decidieron colaborar en la construcción del mundo de ficción en el que se mueve el gobernador.

El desalojo del MOCRI jamás puede tomarse como la construcción del Estado de derecho en Chiapas, en virtud de que junto a ese desalojo el gobierno debió de haber mostrado la conclusión de la investigación sobre quienes son los responsables de que el predio en disputa tenga cuatro escrituras y por lo tanto cuatro supuestos propietarios. 

La corrupción de un grupo de notarios es algo que se ha señalado en reiteradas ocasiones. Es más, en el gobierno de Fernando Castellanos, en el municipio de Tuxtla Gutiérrez, en contubernio con notarios se hicieron de propiedades y un colaborador cercano a Rutilio Escandón es señalado de comprar propiedades en situación de remates judiciales, a través de información privilegiada que obtenía en el Tribunal de Justicia.

Lo saludable para Chiapas es poner los pies en la tierra y reconocer que no hay eficacia ni gobernabilidad y que la inseguridad se apoderó de las calles y que ésta representa una amenaza seria al patrimonio y a la vida de la población chiapaneca.

La venta de ficciones en el gobierno debe quedar como parte del pasado, pues en Chiapas ya se vivió la experiencia de un gobierno de ficción como el de Juan Sabines y el de un gobierno indiferente como el de Manuel Velasco Coello, como para que ahora se pretenda, a través de halagos y genuflexiones, repetir simultáneamente con Rutilio Escandón un gobierno indiferente y además de ficción.